13 octubre 2006

VAL, VAL, VAL ..



En 3 ciudades comenzadas con "Val" he renacido: Valparaíso, Valdivia y Valencia.
En la primera fue una sincronía entre lo salvaje y lo urbano, retocado con el grato aire porteño cargado de historias y pelambres, esquinas y oscuridades, besos y ebriedades, el azar que te ponía luego frente al mejor mariscal del puerto o en el roquerío más Hare Chrishna que podías necesitar en ese minuto, rock y tranquilidad de primer día del año, pirotecnias tales que las podías agarrar con cualquiera de las manos.. En Valdivia el orden era inverso: primero tranquilidad luego el rock (y el rock nunca alcanzaba decibeles mayores pues el paisaje era prehistóricamente endordecerdor), allí la historia estaba primero, el paisaje y la velocidad tierna de los días apretaba el freno para no partir como un mamut extranjero en parque jurásico nuevo.. uff, la historia, la historia.. ¡cuántas veces habrá que volver a ella sin perder el hilo de la madeja!.. el color verde natural, el aroma a bosque, el agua de río luego de mar, los lobos marinos!! (que metáforas vivientes!), la limpieza de las calles, la libertad congeniada, la historia de nuevo, los árboles milenarios... uff!!... y Valencia, donde aún no conozco lo suficiente pero presiento un renacer sin cesárea.
Por curiosidad, al nombrar 'Val' al revés suena Lav, lo que en un ejercicio sonoro sin tremendas pretensiones puede entenderse Love. Curiosidad.
VAL-VAL-VAL ?? sigo con la curiosidad eléctrica en todo caso. Desde el punto de vista de los moluscos todos somos físicamente parecidos.