27 septiembre 2005

Se malgastó dinero en sofismos inútiles


Sustancialmente tan efímero y diminuto que se podía cubrir en cualquier paraguas, no exigía nada complicado, todo lo contrario: mientras más putrefacto y escatológico ¡mejor!, más ancha era su sonrisa y más angosta la decepción. Vio y comprobó en su espalda descubierta lo placentera que le era la lluvia vertida desde un cenicero; supo recién entonces en ese momento lo lejanas que le eran las perspectivas amarillas, se regocijó en las achuradas fucsias. Por descuido y sin saberlo construyó ruedas para roedores y castillos encantados para peces de colores. Se malgastó dinero en sofismos inútiles y creyó que cualquier día un chamán en helicóptero le dispararía a la punta de sus zapatos. Con habilidad de cometa zurció los retazos que tenía por alma (de todas formas no la ocupaba y por lo mismo la permutó por calcetines nuevos y un gato tuerto). Celebró banquetes a base de miga de pan y no invitó a nadie: no sabía lo que era mirar a los ojos y se suponía que eso era una necesidad en cuanto a comidas formales.
La poesía nunca está donde está la mala intención, nunca está donde creíste. Como una muy buena broma pesada, pesadísima.
Empecemos por decir que el problema no es ni material ni mucho menos espiritual sino, como ya se dijo: sustancial, por lo que, debemos remitirnos (para su más aproximada comprensión) a un estado análogo a ambas simpatías. Pasa por tener el pecho frío (0 emotividad y sentimiento), donde lo único valioso puede ser una araña de rincón tomada como rehén o en cómo se verán los dibujos que nunca alcanzaré a realizar. Perder tiempo -supuestamente valioso- en la calle, por no tomar ninguna decisión en realidad, por ver pasar y pasar a las diferentes oportunidades frente y al lado tuyo, por desperdiciar y despreciar -que es lo más triste- a TODO cuanto se te acerque. Me he convertido en una monstruosidad monstruosamente monstruosa. Disfrazado cuando no hay fiesta de disfraces. Autodespedazado cuando no hay por qué hacerlo. Distanciado de lo más cercano. Loco tal vez pero eso es mucho más bello que esto, a mí no me alcanza. Con espejismos como razón, con destellos de desiertos en las manos pues es en ellas donde cabe todo lo Bello. Nada más se necesita. Una bala plateada es más bella que yo, pues ella puede hacer cosas, yo no. Me aproblema de todas formas tener que disparar hacia arriba. Las caídas, las subidas, el arrecife. No podría tampoco volver a la médula pues ya me la comí. Acabo de ver un unicornio en el baño y ná que gritó, no me pareció sensacional mucho menos paradigmático, para qué hablar de traumatismos. Sigue el bombo x corazón , sigue la borrasca que produce tener alcohol en vez de lágrimas. Lo más parecido a un estornudo en cuanto a pastelería coagulada se trate, es decir (desmenuzado en humano), se trataría del leve -pero adictivo- cosquilleo previo que culmina en una explosión líquido/gaseosa que no posee explicación alguna (ni la necesita)... se insufla de nuevo y se continúa en la rutina de Sr. Corales, dueño y manager de circos apoteósicos pero de escasa fama mundial. Pues, no se puede estar en 5 lugares a la vez, a lo más en 3 pero nunca en 5. Porque deben haber muy buenos motivos para despreciar a la Poesía, I mean: deben haber muy buenos motivos como para entrar al juego sin jugadores y después salir llorando las derrotas... aunque en realidad, nunca se pudo saber que los demás jugadores jugaban contigo y que ellos a su vez nunca supieron qué era en realidad un juego.