05 noviembre 2005

ROUND ONE: FIGHT!!


STEREOPERSISTENCIA DE LAS BUENAS INTENCIONES
(zootecnicismos y falsificantes)

el rugby es muy buena forma de perder rápido la memoria
y avivar el cuerpo con dolor

cuando lo más común es respirar neblina salada e ir a dar a techos descascarados
freír canarios en aceite de oliva y responder con muecas los aforismos
lo mejor es hablar del otro como si fuese uno mismo

dejó subir las hormigas por sus brazos
dormido de pronto estaba en el norte
contempló la pantalla láctea de marionetas gigantes
su sonrisa era de limón
conoció lamentablemente la vergüenza aunque escasamente el honor
sintió las balas junto a su oído
en su boca fragmentos de sal, arriba ahora un destello gris lo suficiente como para oírlo
en el fondo del vaso el pedazo de espíritu que todos los días escupía
esos eran pasatiempos normales cuando lustraba sus zapatos

se rodeaba de ternura y proliferaba malas intenciones en sábanas ajenas
el latido del reloj le recordaba lo absurdo de sus superpoderes
en un guiño de ojos encontró el esqueleto de sus estratagemas para el amor
la limpieza no confirmaba nada sólo planteaba más preguntas, en un efelio necesario dijo:
“estos arrepentimientos no son tales, hice todo lo que tenía que hacer
cada lobo era una oveja y cada bajada era subida”

esto sucedía en espacios negros achurados negros repletos de ruido
por amar el caos a él se asimiló -así pasa con las cosas que uno ama-
así una bella desesperación se apoderó de lo antes metódico y cauto

la poesía que antes lo adormecía ahora le estorbaba, la tiraba a la basura, sólo concretar era necesario
debía recomenzar arveja por arveja, echaría a andar sus elefantes de humo y aventurillas primigenias
pues cada uno sabe qué hacer con su propio desastre
él le ponía más rayas a los tigres y quitaba cascos a la tortuga
destruía cimientos -caía como el cisne viudo-
iba contra el alambrado y salía al otro lado cortado en pedacitos

psicomaterialismo equívoco:
roba y traslada, traslada y roba, volvía con ropas nuevas luego de salir desnudo
se llenaba manos y bolsos con cosas que sólo él podía ver
desperdiciado el color magnífico su memoria se abalanzaba al circo ambiguo de posesión

alguien pregunta algo que no es pregunta
un motor sonoro da impulso a una antigua pretensión
pero nada cambiaba, ninguna pared se movía y los pies donde mismo

se desconectó terriblemente de lo cursivo y anaranjado de su porvenir
lleno de flechas -como el cuadro de Frida-,
se las sacaba de a una y lanzaba a los ♥ de cartón como ejercicio aleatorio de distracción
pegaba papeles recortados en vidrios empañados y todo se le volvía estúpidamente peligroso

supo, que esa vez en el helicóptero plateado ninguno estaba en verdad con el otro
como también ahora
se le acabaron las bombas y partió por más a la farmacia
regresó incluso con pistola nueva

y también una foto de un momento muerto

le dejó toda agria la garganta
era un retrocolapso más en el álbum de los errores bellos
deslizó la mano por su mesa azul y en oscuridad de protesta vio nuevamente esa soledad
esa que el roído de ratones puede corroborar

se puso a maniobrar el próximo dibujo un poco con desgano un poco con pinceladas violentas
era un río cristalino donde iban ataúdes repletos de oro
pero lo que quería era tela de peluche en la cara
ese era su refugio feroz ahí olvidaba que le iba mal en casi todo
que los amores eran de hojalata
y que no hacía nada sin el dopaje necesario

pero no aguantaba a veces maquillar a una vampira
así como tampoco tomar una esponja en pintura verde y restregarla por el techo
restregar luego el rojo y saltar un poco de alegría
volvía a la posición inicial y creía en un juego cosmogónico

un sonido de metal cortó justo en la mitad al resentido amuleto
el silencio siguiente sólo Hiroshima lo hubo tenido
en definitiva rebotaba en el mar y caía en peladeros celestes
anotaba números en las cortinas para olvidarlos lo antes posible
antes de que su cabeza fuese a dar a la ensaladera
y sus piernas a la jarra de vino

volvió al vestido de la vampira y le besó las caderas
ella le daba una infinitésima sonrisa de caramelo
aunque esto último no era innecesario

ciertamente ahora la vampira estaba rendida a sus pies
mientras con la esponja seguía coloreando el techo y rebotaba sin quererlo..
dio justo al centro del acuario
aun con su parche pirata en el ojo fue capaz de darle al centro de algo
retomó entonces la guitarra y púsose a cantar, pero el idioma era tan meridiano y capoeira
que sólo cuatro o cinco pelafustanes le siguieron el ritmo
lo demás fue sólo un abucheo y su retorno al Puerto Principal
donde recobraba la hiperkinesia radioactiva que lo adormece

pues acá sólo ha venido a maravillarse con la pintura: se pone su pasamontañas,
saca su metralleta de bolsillo y sólo con el público en el suelo apresura los cortes desde el marco
ahí suelta lágrimas de placer porque sólo así
comprende que lo sagrado ya lo tuvo que asesinar
ese era su poderoso y congestionado absoluto

se escabulle por encima de las manchas secas
vuela y al ser molestado desde abajo toma al peor de los individuos, lo arroja contra un poste


pronto maceraba carnes las dejaba en adobe y volvía a correr
chirriaban las costillas en la parrilla
el jugo delicioso algún animal lo aprovechaba
se achurrascaba la carne y recordaba el Holocausto
todo seguía tan normal entonces que se ponía a silbar meando las plantas secas del vecino
todo lo abominable le era adorable
bajaba Lucifer y subía Jesucristo a ver qué pasaba
al no recibir respuestas imitaban las canciones de aire

recibía aplausos que no merecía y aguantaba la respiración por tres meses
retrocedía hasta su último beso y expulsaba sus intestinos en un tono enamorado
tocaba con su meñique la nariz de quienes más odiaba, ponía la otra mejilla para ser besada
pero con labios pegoteados exclusivamente con vainilla o chocolate
se tomaba cafés con piernas y era saludable
mandaba flores de vez en cuando
pues sabía que el olvido sólo acarrea malos ratos y explosiones sin terciopelo

recuperó todos los juguetes perdidos -prestados a sus amigos-
y los destruyó con los nuevos artefactos de satisfacción
a saber:
un libro en griego del que sólo comprende los dibujos
una colilla mordida que encontró hace 5 años al fondo de una cama
la foto que se sacó cuando se rompió la boca con la copa rota
su gato disecado relleno de piedras negras
o con cualquier utensilio más atractivo que lo recuperado
pero todo dependía de lo contundente de los desayunos

la sombra se elevaba en diagonal por sobre su cabeza, lo que demuestra que,
no era tan vulgar como parece
aunque la imaginación se le escabullía por los agujeros de la cara y los recovecos de los uñas en su carne
era una enciclopedia bípeda y parlante y requería del sentimiento vívido y acalorante
pero no sabía cómo: le salpicaban la cara con agua salada y él respondía haciendo sombras en la arena

un reflejo circular le quitó la vista y no pudo rebatir más acerca de las deshumanizaciones
en las que le cobraban la entrada y también la salida
hizo un redoble de pestañas y preguntó: “a través del gemido, ¿con quién te vas encontrando?”
se respondió él mismo: “te diré que la forma no se impresiona de su alma!”
sabía, por culpa de un gran boxeador, que debía moverse como mariposa y picar como abeja

y se escupe la sangre y se escupe la sangre y se escupe la sangre
y se escupe la sangre y se escupe la sangre y se escupe la sangre

el saxofonista toca el piano, el pianista lee una novela, el guitarrista se apodera de la batería
santurrones dentro del ojo, sabor alfombra bajo la lengua, los penales no son goles
veterinarias anomalías, se derretía en los pelos del pincel, la mujer policía entonaba un lindo bolero,
de ultraviolencia eso sí, ya faltaba poco, se recuperaría muy pronto...

cuando se recobró, ningún regalo fue suficiente, la nada -de todos modos- parecía un regalo
ya le era fácil quitarse la cáscara de la triple faceta,
lo que nunca pudo fue ponerse el sombrero transparente,
el que le decía a los invitados lo que quería para su fiesta, las sandeces que estaba dispuesto a soportar
y las utopías que pensaba realizar
la arrogancia le dejaba sabor suave en la boca, él mismo era una noche pirotécnica bajo el agua

adoraba las cicatrices no por sus historias sino por su belleza
caían los fuegos lanzados a los pantanos nuevos, de ahí salieron los ballenatos viejos
bebían las copas servidas y volvían rápido al fondo
a piropear sirenas mucho más ebrias
y que sólo entienden los gestos de nariz

el sol se le arrancaba y las sombras no le pertenecían a nadie
esto provocó la fallida percepción de temblor en la retina despotricada
de los orificios que dejaban las estrellas al caer salieron topos que comenzaron a botar árboles
a los que nos subíamos para increparnos
ahora el único espacio íntimo era un pedazo de tela cuadriculada cortada a mano
olía el perfume de las piedras, buscaba ojos carnosos para comer con sus labios-lázuli
pero pasaban moscas tuertas y se olvidaba de todo,
entonces en la noche era pantera, por las tardes guarisapo,
en las mañana una jirafa y al mediodía una lombriz
la metamorfosis justa para no hacerse cargo de este poco jocoso desliz

ya recuperado, rastreó posibles hazañas pero no había suficiente público como para cometerlas
dulces resultaban los pastelitos cuando de salados se trataba
ultradelicados dañinos concretos, confianza defines primero
los secretos del negocio, el tiempo estelar
pero te cae una bolsa de basura en la cabeza y crees retomar el sentido
veamos..

recapacitó:
“los experimentos sexuales de ambigüedad racional definen al experimentador”
pero no, ese no era él,
él ahora estaba en una treceava eliminatoria de poetas,
y este sería su peor error/poema, pues,
allí mismo, sentado en la escalera de la carnicería
y suponiendo una ebriedad, llegaron primero los cogoteros a quitarle la dignidad,
luego la mujer policía se lo llevó por farsante, por querer vengarse de la poesía...
con poesía -!!-

los poetas eliminados se van llorando a lo mariquita,
despetalando las flores con que habían adornado sus sombreritos de paseo.