Cuando el dolor te trata con amor, cuando tienes que reconocer lo irreconocible (que el lenguaje es el culpable de tus alegrías y tus penas), cuando retroceder es avanzar, cuando avanzar es retroceder, cuando el instante mismo presente es tu jardín, y cuando te enteras que ese jardín no es tuyo en verdad (estaba, está y estará coordinado por otros), cuando la Belleza no alcanza porque no es permanente, cuando un sonido me delata, cuando no tengo vergüenza, rencor ni vanidad alguna, cuando para seguir desnudándome continúo copulando con todos los sonidos, cuando además he aprendido a introducirme en sueños ajenos sin quererlo, cuando un viaje se me representa como deslizarme por entre las patas de una araña gigante que envuelve al mundo para comerlo, cuando las huellas van por delante, cuando se disputan mi velocidad y mi calma el mismo asiento, cuando ahora poseo balas de azúcar y no de cartón-piedra, cuando puedo poner una nube como almohada, cuando todo se vuelve predecible.. es ahí cuando quisiera de una vez por todas estallar con una felicidad nueva (que no es aún descrita en diccionario alguno).
